Algo que encuentro muy positivo es el recalco que busca el instituto en la formación en valores: tolerancia, respeto, compromiso y disciplina, superación y esfuerzo, integración, etc.
Sinceramente, por experiencia propia y no muy lejana (hace 6 años que salí de allí), la formación en estos valores... ¿Dónde está?. Nunca la he percibido y si bien, creo que he podido adquirir alguno de ellos, veo como salen y salen hordas de jóvenes sin tolerancia, sin respeto hacia los demás, extremistas ideológicamente, sin aprecio a las libertades y derechos respecto a la Declaración de los D.D.H.H. o a la Constitución. Lo digo porque el propio centro parece basarse en estos documentos para formar alumnos en pluralidad, diversidad y pensamiento crítico.
Están genial los valores que el instituto quiere inculcar, son los que a mi me encantaría difundir si un día puedo, pero creo que no lo consiguen plenamente. Aunque, ¿quién lo consigue? El alumno no solo se empapa de lo que aprende de unos cuantos docentes.
En cuanto al Reglamento, lo considero un documento bastante objetivo y sin un ánimo especial de infundir miedo a las sanciones ni un especial carácter punitivo. De hecho hay veces que... ¿Me parece "suave"? Me asusta un poco que yo pueda ser especialmente disciplinario, no quiero ser ese profe-hueso duro de roer.
Lo cierto es que comparado con la realidad que se vivía en el centro, parece suave, sí. La realidad era un poco más privativa para los alumnos, supongo que según el profesor que te tocaba en esos 50 minutos que, igual que yo, tampoco se habría leído en su vida el reglamento interno; o por lo menos, aprendido.
Con sus pros y contras, este centro es referencia. A penas hay conflictos muy serios, aunque la realidad del alumnado sea otra, pues los conflictos están en todas las clases y, o hacen mucho ruido, o son muy difíciles de detectar. Me ha encantado su proyecto educativo y deseo que puedan ponerlo en práctica plenamente, así como deseo que el reglamento sea totalmente respetado pues parece nacido de un consenso y una programación muy elaborada.
Habiendo sido alumno del Núñez como tú, estoy totalmente de acuerdo.
ResponderEliminarMe ha encantado esta parte, me siento completamente identificado con ella.
"Lo cierto es que comparado con la realidad que se vivía en el centro, parece suave, sí. La realidad era un poco más privativa para los alumnos, supongo que según el profesor que te tocaba en esos 50 minutos que, igual que yo, tampoco se habría leído en su vida el reglamento interno; o por lo menos, aprendido."