El Estado de la Cuestión de esta entrada es este: la participación escolar (Dios, que no me pregunten a mi en clase por la entrada, que no me toque a mi).
Sí, de jajas, pero yo siempre he sido así y no me apetecía nada que me preguntaran o lo de tener que participar en clase para poderte llevar un punto de la nota final.
Podría ser por vergüenza y por vagancia, una mezcla de las dos. La primera sobre todo en la adolescencia. Esa vergüenza no sólo era por timidez, qué va, si yo eso lo superé como con 14 o 15 en un momento. Era miedo al ridículo por equivocarte, por decir una estupidez. Aún hoy creo que conservo parte de ese miedo pero luego veo durante la carrera o durante el máster gente que levanta la mano para decir obviedades o cosas sin sentido y me pregunto: ¿de verdad buscamos esto? ¿Participar por participar sin más? ¿Para decir lo primer que se te pase y que sea una chorrada?
Que bueno, todos somos humanos, vale. Errar es de humanos, y yo el primero.
(Qué vergüenza, me estoy exponiendo como un auténtico pedante, ¿no? Uggg.)
Por cierto, yo fui delegado alguna vez, ¿vosotros? Creo que todo lo que participé fue en ir a por tizas a Jefatura de Estudios cuando tocaba.
Si extrapolamos mi propia experiencia vital y la que puedo observar (siempre a mi juicio, que puede ser erróneo), podemos ver que la sociedad en general se involucra en bastante poco. Nos gustan las cosas resueltas, que nos las den mascadas, y si tenemos que meternos en el barro ya... ufff, perecita.
Esto nos marca y luego nos dirigen como borreguillos, pero oye, no cambiamos aunque lo sepamos.
Los alumnos bien por timidez, por vergüenza, porque sufren algún tipo de acoso y no quieren participar para no exponerse, o porque tienen miedo al ridículo, no participan. Al final acaban participando voluntariamente casi siempre los mismos alumnos. El problema es que no enriquecen la clase porque si todos participasen sería un "brainstorming" mucho más sustancioso.
Tenemos que motivar a los estudiantes para que se sientan seguros y para que participen en clase y también en las propuestas del centro.
La canción de hoy, como siempre no está relacionada con lo que escribo, pero dice "Y no hace falta que se ponga la luna y ni que se ponga el sol para encontrar el momento exacto y decirlo mejor... Lo que te quiero decir".
Hale, a no callarnos y a participar en nuestro sistema educativo. Levantad la mano, ¿quién empieza?.
No hay comentarios:
Publicar un comentario