Resulta que hoy el poder lo hemos tenido nosotros. Unos alumnos del máster de Educación, divididos en grupos hemos podido debatir y organizar un centro escolar, toda una responsabilidad.
Para nuestro grupo, la definición de educación que hemos podido consensuar es la siguiente:
"Proceso con el fin de formar buenos ciudadanos, transmitiendo conocimientos y valores a través del pensamiento crítico".
Pues eso, ahí lo hemos dejado los integrantes del IES Concha Velasco, nombre que hemos dado a nuestro centro. Se nos nota que nos gusta un buen artisteo y farándula. El nombre vino tras una breve búsqueda en google sobre vallisoletanos ilustres, y como buscábamos un nombre femenino, sorprendidos por las pocas pucelanas reconocidas como personalidades célebres por la Wikipedia, determinamos que Concha Velasco no estaba nada mal.
Tras concebir este centro como un espacio educativo para ESO y Bachillerato en el centro de Valladolid y de carácter público, pasamos a la discusión sobre los valores que queríamos dar al centro. Ciertamente fue difícil, por ejemplo para algunos lo más importante era la familia, para otros la salud, etc. En mi caso quise imponer los valores y la ética, o sea, una vida moral digna. Pero como esto no va de imponer sino de consensuar, al final hicimos una pequeña lista en la que más o menos todos acordamos con tolerancia y respeto el orden de valores que querríamos inculcar en los alumnos.
Finalmente, la religión y la pareja fueron los aspectos en los que menos querríamos trabajar con nuestros jóvenes. ¡Viva la escuela laica! Creemos firmemente que la religión, si se quiere ser impartida, debe salir de los IES.
Y ahora un homenaje a Conchita: ¡Mamá, quiero ser artista! (Ay, yo esto se lo dije a la mía, pero mira.... No ha podido ser)
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